martes, 23 de febrero de 2010

Clases de láser y los riesgos para la salud.

Un elemento láser es un dispositivo electrónico que, basado en la emisión inducida, amplifica de manera extraordinaria un haz de luz monocromático (un solo color) y coherente, es decir, todos los fotones están alineados en una misma longitud de onda y todos los fotones siguen una misma línea de trayecto.


 Clases de láser (según los riesgos oculares y en la piel):
  1.   Clase I: abarca a prácticamente todos los equipos usados en oficinas, comercios u hogares; y se refiere a sistemas que poseen los emisores suficientemente resguardados como para que nadie se exponga a emisiones láser, en condiciones normales de utilización. Incluso si alguien no autorizado "mete mano" en esos equipos, hay protecciones que impiden que los emisores funcionen. 

  2. Clase II y Clase IIIa: no son lásers de uso común, y son equipos que pueden provocar daños si se mira directamente a la fuente de emisión o al extremo libre de la fibra óptica que transmite la emisión. Típicamente son los de uso medicinal. Los Clase II son del espectro visible humano, los Clase IIIa pueden ser también infrarrojos ó ultravioletas.

  3. Clase IIIb: Se refiere a sistemas similares a los de la clase IIIa pero de mayor potencia. En esta clase entran los equipos de comunicación telefónica por medios ópticos, pero desde el punto de vista del técnico que lo instala o mantiene, no del operador que trabaja todos los días con él (para este último sería Clase I).

  4. Clase IV: se refiere a sistemas de potencia muy alta (5W, que por sus características  puntuales y no divergentes es más peligroso que una bombilla de 100 W), usado sólo para investigación o usos muy específicos.
      
No son despreciables los efectos asociados, no contemplados en las Clases anteriores pero atendibles en la utilización de equipos láser, los cuales serían:
Muchos de estos equipos poseen un alto consumo de energía eléctrica, con el consecuente riesgo de incendio; fuentes de alta tensión, que conllevan a un riesgo de shock eléctrico; y recientes estudios en Europa contemplan que la interacción del láser con algunas sustancias gaseosas puede provocar riesgo de explosión. Asimismo el material donde impacta el rayo puede desprender partículas incandescentes, como ocurre en el mecanizado de piezas. Todos los riesgos particulares del equipo a utilizar deben figurar en el manual del mismo.

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